2023. La Automoción Europea en peligro

Automoción europea desembarco

La automoción Europea afronta uno de sus años más convulsos en las últimas décadas. Tras un par de lustros de inusitada de dejadez en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías para el transporte, llega el momento, largamente anunciado, del aluvión al mercado europeo de vehículos procedentes de China.

Probablemente se han cumplido los pronósticos, pese a las advertencias de muchos analistas, al menos los de los medios de comunicación no influenciados por los lobbies, que avisaron por activa o por pasiva del terrible riesgo que suponía dejar caminar en solitario el camino del coche eléctrico a Tesla y a la industria china.

La estrategia de los fabricantes tradicionales de la automoción europea

Los fabricantes europeos, aunque también los japoneses, desoyeron las advertencias y gastaron todos sus esfuerzos en intentar influenciar a la opinión pública, gobiernos y tecnología hacia caminos poco eficientes y, seamos honestos, muchas veces ridículos dada la carestía de energía renovable a la que nos enfrentamos.

Todo esto, pese a que estaba bastante claro que, para evitar la dependencia de los combustibles fósiles en el transporte privado y no poner más en riesgo nuestra supervivencia, no se podían plantear soluciones que requiriesen ingentes cantidades de energía, de las que ni de lejos disponemos.

Las supuestas alternativas que nunca lo fueron

El hidrógeno, con una eficiencia global cercana al 30% y los combustibles sintéticos con eficiencias globales todavía menores (hasta el límite de lo absurdo) nunca han sido soluciones realistas.

Esta obcecación de la automoción europea y japonesa durante los últimos años en desarrollar y comercializar soluciones, como los vehículos particulares de pila de combustible o de combustibles sintéticos, va a ser una de las causas raíz que pueden abocar a los fabricantes a la quiebra o, peor aún, a un futuro trufado de subvenciones públicas a la automoción europea, con el objetivo de evitar el cierre de fábricas e instalaciones, subvenciones que, por supuesto, pagaremos todos los ciudadanos.

Las consecuencias que, probablemente, pagaremos todos

Una vez más, muy probablemente, la mala gestión de las grandes empresas de la automoción europea será soportada por los gobiernos. Una situación que nos recordará a antiguos episodios en los que se socializaron las pérdidas de bancos y otras grandes empresas.

La situación es compleja, a saber; bajo control de la cadena de suministro, poca estructura de fabricación de los componentes clave del vehículo eléctrico y falta de experiencia en el desarrollo de su fabricación.

Parece que a los ejecutivos y expertos de las grandes marcas les ha costado años ver lo que muchos profanos ya percibían, únicamente, leyendo las noticias que venían de uno y otro lado del mundo.

Ahora, en consecuencia, toca correr. Tocan subvenciones públicas y toca, por lo que podemos escuchar en las noticias, seguir achacando a las normativas anticontaminación los problemas que los propios fabricantes han generado con su inacción.

Sin embargo, aprovechando la crisis de suministros provocada por el Covid 19, los fabricantes europeos han incrementado su margen de beneficios sin reinvertir masivamente en la necesaria reindustrialización y aumentado enormemente la retribución de sus directivos. Esta estrategia también podría recordar a los grandes beneficios del sector de la banca previos a la última gran crisis económica. Una vez más Europa parece un campo abonado para la tragedia económica.

Primeras señales claras de cambio en la automoción europea

De hecho, ya tenemos aquí los primeros números. Se han introducido varias marcas chinas que empiezan a ocupar su lugar en las ventas europeas desplazando a las empresas locales. No hablamos solo de Tesla que, como se puede ver, ha logrado colocar a sus modelos en las primeras posiciones del ranking de ventas, pese a tratarse de vehículos de gama media alta.

Automoción Europea Ventas 2023
Ranking de ventas automóviles en Europa Q1 2023

En consecuencia, durante este año 2023 vamos a vivir el inicio de lo que bien podríamos denominar «crónica de una muerte anunciada», donde son probables decrementos importantes de las ventas de la automoción europea, que pueden hacer desaparecer marcas (ocultado por fusiones y adquisiciones) y que pondrán en riesgo una buena parte de la industria europea en el sector.

En los próximos meses va a continuar el desembarco de vehículos eléctricos chinos, que van a ser muy bien recibidos por el cliente europeo. El mercado no solamente va a apreciar muy positivamente los productos de gama media y alta de Tesla, sino también los productos de gama baja y media de los fabricantes chinos que están por venir.

Fabricantes como BYD y MG van a poner las cosas muy difíciles a todos aquellos que no hayan desarrollado suficientemente estas nuevas tecnologías de electrificación de los vehículos.

Vehículo Eléctrico Chino
BYD Seaogull. Eléctrico chino de bajo coste.

Al menos, esperemos que tengamos suerte, porque es lo que nos queda. Nuestra joya de la corona industrial, la automoción europea, se la juega ya este año.

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